miércoles, 23 de septiembre de 2009

Bifurcaciones

Este es un mensaje para todo aquél que, en algún momento de su vida ha tenido que tomar una decisión importante; una decisión que tal vez cambiara toda su vida. Si estás leyendo esto y nunca te ha pasado, créeme cuando te digo que tienes muchísima suerte; deja de leer y sal ahí afuera a disfrutar de tu maravillosa vida.

Hay momentos de tu vida en que te ves forzado a escoger. Puede ser de repente, o puedes llevar mucho tiempo retrasando el momento de tomar esta decisión, pero finalmente siempre has de tomar una dirección u otra. Aunque hay algo qu
e tienen en común estas dos posibilidades, y es que, ya sea sin previo aviso, o con un año de anticipación, finalmente siempre respondes del mismo modo.
Esto ocurre, sobre todo, a aquellas personas que retrasan la decisión, porque se ven incapaces de tomarla, y terminan por escoger siguiendo un impulso, una orden desconocida llegada de alguna parte extraña, pero que, una vez la sometes a un análisis pausado y racional, resulta ser la opción correcta.

Digo esto para sostener la teoría de que las decisiones acertadas suelen ser las primeras. Tal vez una persona a la que la vida ha enseñado, a base de golpes, lo contrario, me diga que estoy equivocado, y posiblemente, que me pegue un tiro, pero muchos indecisos comprenderán mi punto de vista, que al principio puede parecer impulsivo, y poco meditado. De hecho, no me han dejado matizar antes de colocarme la pistola en la sien: lo que quería decir es que muchas veces, la opción correcta ha estado siempre en nuestro interior, escondiéndose de nosotros mismos, rehuyendo nuestra conciencia, y esta idea Primera, o original, no se nos muestra hasta haber descartado unas cuentas opciones secundarias.
Está claro que la elección de un camino puede resultar una dura tarea, pero para ello hay dos claves que, según mi (escasa) experiencia personal, son la clave para una decisión:
Una de ellas ya lleva un tiempo sirviéndome de bandera, y es la búsqueda de la felicidad, como dijo Aristóteles "fin del ser humano", pues si no seguimos el camino que nos ha de llevar a esta Felicidad (con mayúsculas), jamás llegaremos a alcanzarla. Así, hemos de actuar según nuestro corazón, y no dejarnos influenciar por terceras personas, sobre todo si la primera y la segunda eres tú mismo.
La otra, la he descubierto hace poco, y tiene relación con comprobar, una vez has tomado la decisión, basándote en perseguir tu felicidad, que la opción escogida es correcta, y para ello, nada tan eficaz como enfrentarte de frente a la opción desechada. Sí, sí, me he explicado bien: si, tras probar la opción descartada, sigues convencido de que la vía que has escogido es la correcta, nada podrá hacerte dudar jamás sobre tu decisión (espera, ¿he puesto "vía"? vaya, se me ha escapado).
Si escondemos la cabeza emulando a nuestro amigo el avestruz, negando la existencia de la otra opción, no hacemos más que poner en evidencia nuestra propia debilidad, y la inseguridad de sus argumentos. Así, como quien tan solo critica el comunismo después de haber leído a Marx o quien entra en un bar de ultraderecha con palestina para poder aseverar su ideología, debemos mostrarnos siempre dispuestos a analizar, y reconocer, aquello que hemos negado, para poder aferrar con más fuerza lo que hemos escogido.


Sobre este tipo de situaciones, como sobre tantas otras, ya se han dicho muchas cosas, sobre todo gente que tiene un poco más de idea que este humilde escritor de márgenes, pero si dejáramos de hablar por el simple hecho de que ya estuviera todo dicho, nos callaríamos demasiadas cosas y, para empezar, yo no tendría este blog.

5 comentarios:

  1. A pesar de lo difícil (y peligroso, a veces) que resulta enfrentarse a ellas, las bifurcaciones o encrucijadas son los momentos que dan sentido a la vida humana. En cuanto a acertar o equivocarse, todo es cuestión de perspectiva: Decía Chaplin que el tiempo es el mejor autor, porque siempre encuentra el final perfecto. Mientras llega el final, disfrutemos de estos momentos con sus pequeñas imperfecciones.
    Un saludo.

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  2. El secreto de la felicidad es buscarla para no encontrarla nunca. Al menos eso dice Txus Di Fellatio (sí, sí, no es broma, ya sé que ese "músico" no se merece ni que lo mencionemos aquí, pero la cita es buena).

    Decía Sarte, creo, que la libertad absoluta no existe, porque en el momento en que tomas una decisión dejas de acceder a las muchas posibilidades que otras elecciones sí te hubieran permitido probar. ¿Me he explicado bien? Sea o no, la cosa está clara: la vida humana es imperfecta, y los caminos son imperfectos. Pero ya lo decía Txus: buscar para no encontrar nunca...

    Zarach

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  3. Eso lo dice Txus? A mi ya se me había ocurrido mucho antes de escuchar que fuera suya. Voy a tener que poner una querella sobre la autoría de esa cita

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  4. Tal vez tengas razon con lo de las decisiones impulsivas, cosa que desde mi punto de pensar, repensarlo y volverlo a repensar no estoy muy del todo de acuerdo( quuizas me equiboque o sea como la avestruz que mete la cabeza en el agujero para no ver nada mas. Pero en el resto estoy bastante de acuerdo , ya sea respecto a lo de las terceras personas, como en lo de ir en busca de la felicidad, porque si no luchamos por lo que creemos, por que si no vamos a luchar.
    Creo que no existen mas quejas por el momento, aunque nunca hay.

    P.D. A lo mejor tus ojos no lo notan pero los mios sufren con letra tan pequeña,quizas sea por ya no veo del todo bien de nuevo y tengo que volver a ir al oculista, pero por el momento , me podrias hacer el favor de ponerla en un tamaño estandar.

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  5. No se quien era Txus pero lo primero que te enseñan en filosofía es que todo filósofo por definición se enfrenta a la frustración de dedicarse a una profesión que no tendrá una respuesta final, pero la búsqueda debe ser ya suficiente premio.

    Pienso que si no tomáramos decisiones (en el sentido de pasar, porque no tomarlas también es una decisión) nos quedaríamos en nada, si no arriesgamos...

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