lunes, 29 de diciembre de 2008

¿Te gusta la música?

La respuesta a esta pregunta debería ser siempre sí. Si alguien responde negativamente, está mintiendo, ya que la música nos gusta a todos. Según la Real Academia Española de la Lengua, la música es un "sonido grato al oírlo". Así que, por fuerza, nos tiene que gustar la música, de lo contrario, no lo sería, tan solo sería...ruido.

Aunque, en este campo hay que profundizar un poco más, pues la barrera que separa la música del ruido es tan delgada como el ala de una mosca, y tan difícil de localizar como el presente, que huye constantemente de nosotros.
La música es, como tantas otras cosas, una invención de nuestra mente, un término que depende fundamentalmente de cada uno de nosotros, y de nuestra manera de verlo Un sonido puede ser a la vez para una persona la música mas bella que haya oído, y para otra, un sonido totalmente insoportable.

Esta claro que nos gusta la música, pues para cada uno de nosotros la Música son esos sonidos que, cuando los oímos, llenan nuestra alma, y reconfortan nuestro cuerpo y nuestra mente.
Respecto a esto; hay gente que dice que le gusta la misma música que a otra persona, pero no de la misma manera. Nada más lejos de la realidad; la Música nos gusta a todos por igual, porque para todos, la Música significa lo mismo; sin embargo, nos puede parecer Música un tipo de música diferente que al de nuestro lado (entendiendo música por estilo musical) o incluso, gustarnos la misma música, pero encontrar la Música en ella de manera diferente.
Cómo todo, la Música no es algo físico, tangible; la Música es una actitud.

Ya van tres. Esto marcha.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Dias marcados

Antes de nada, mirad la foto. ¿Que os sugiere, a primera vista, sin tan siquiera haber leído el titulo?

Navidad.

¿Por que? ¿Acaso está escrita esta palabra entre las tantas que aparecen, o alguna que se le parezca? No, no lo está. Incluso las imágenes son formas geométricas nada relacionadas con el veinticinco de diciembre.
La navidad es una fecha especial del año. Más que ninguna otra. ¿Por que? ¿Porque es el solsticio de invierno? ¿Porque es el día en que nació Jesucristo? ¿Porque es el veinticinco de diciembre?
Si quisiéramos celebrar la navidad el veinte de abril, y todo el mundo se pusiera de acuerdo en que le veinte de abril se hicieran regalos y se cantaran villancicos, ¿no sería lo mismo?
Si alguien dijera que, el día de pascua se ha de hacer un banquete con amigos y familiares, y que es un día de paz y felicidad, ¿no sería lo mismo?
El día de navidad no es una fecha en el calendario. Es una actitud.

Y es una actitud que no se puede evitar. Tu pedes decidir no celebrar san Valentín, o la semana Santa. Pero no puedes evitar celebrar la navidad, porque, aunque vivas solo, sin familia, sin amigos, y ese día no vayas a salir de tu casa, sigue siendo navidad. Un martes catorce de febrero puede seguir siendo un martes normal si tu quieres. Puedes pasarte la semana santa ignorándola, pero, por alguna razón extraña, no puedes evitar la navidad.
¿Por la publicidad, el consumismo, y el corte inglés?
No, yo creo que hay algo más. Si nos pasáramos el mes de diciembre aislados, o si las multinacionales dejaran de bombardearnos con publicidad durante todo el mes de diciembre, cuando llegara el día veinticinco, o el veinte de abril, o cuando fuera, seguiría siendo navidad.
Navidad no es una fecha, no es un truco de marketing.
Navidad es una actitud.

Segunda entrada del blog, lenguaje menos rebuscado, y todavía ningún comentario. Ya va siendo hora de que me de a conocer, ¿no os parece? A quien sea.

martes, 23 de diciembre de 2008

¿Realidad?

¿Nunca os ha pasado que, después de un día de lluvia, al pasar por una calle llena de charcos, os habéis detenido tan solo para mirar el mundo que se veía reflejado en ellos?
En este tipo de situaciones, nos vemos extrañamente inundados por una sensación indescriptible, como si nos recorriera el cuerpo un deseo de sumergirnos en el charco, y pasar al otro lado, a una realidad que, a pesar de ser exactamente igual que la que pisamos en ese momento, es completamente diferente, mas bien opuesta.
¿Es tan grande el deseo de la persona de escapar del mundo real, que se conformaría con una realidad exactamente igual, tan solo diferente en la esencia?
Tal vez el cielo encapotado hace que nuestra mente sienta como su intimidad aumenta; como si las nubes la ocultaran de los siempre atentos ojos del propio mundo, (intentando mantenerme laico) dándole libertad para dejar volar sus más controvertidos deseos. O tal vez lo que nos hace despegar los pies del suelo es la visión de esa otra realidad paralela, que aguarda al otro lado de un velo tan delgado como es la superficie del agua; una realidad que podemos ver allí donde normalmente tan solo hay un trozo más de bordillo, de asfalto, de realidad...


Y es entonces cuando un individuo de traje y corbata, al tiempo que mira nervioso su reloj de pulsera, pasa por encima de ese charco, haciendo que tu otra realidad se desvanezca en un caótico movimiento de aguas intranquilas. Él se aleja, camino a otro día en el mundo real, y tú sigues caminando a través de esa calle, salpicada de ventanas a otro mundo.



Y lo compadeces.

A veces, darse cuenta de que se puede elegir es mucho más difícil que la propia elección.

Bueno, hoy estreno blog. No esperéis encontrar nada que no sean esas cosas que la gente suele llamar ralladas, pero a las que yo prefiero llamar "reflexiones". Básicamente, he creado este blog para escupir esas "reflexiones" que me acuden a la mente cuando menos me lo espero, y que pasan inmediatamente al baúl de los pensamientos olvidados, a falta de un buen sitio donde guardarlos.
Si el lenguaje que utilizo es demasiado rebuscado, perdonadme. Aunque, de momento, nadie sabe de la existencia de este blog, y por supuesto, nadie lo sigue todavía.
Pero bueno, un saludo, a quien sea...